Siguiendo la política de equiparación de gastos impulsada por Javier Milei, el costo del transporte en Buenos Aires ha experimentado un aumento significativo. Los habitantes ahora pagan cuatro veces más por el boleto, alineando las tarifas con las de otras regiones del país.

Como resultado de este reajuste, los habitantes de Buenos Aires ahora pagan cuatro veces más por el boleto de transporte público. Esta equiparación de tarifas ha generado cierta controversia y malestar entre los residentes de la capital, que ven cómo aumentan sus gastos en un momento económico difícil para muchas familias. 

Sin embargo, el Gobierno defiende esta medida como necesaria para garantizar la igualdad de condiciones en el acceso a los servicios públicos en todo el país. 

Se espera que esta medida contribuya a una distribución más equitativa de los recursos y a una mayor eficiencia en la gestión de los servicios públicos, beneficiando a toda la población argentina a largo plazo.