La incertidumbre y preocupación han aumentado en torno al paradero del opositor ruso Alexey Navalny, condenado a 19 años de prisión, pues sus familiares y allegados han pasado una semana intentando contactarlo sin éxito. Este preocupante silencio ha llevado a expresiones de inquietud por parte de Estados Unidos, evidenciando la falta de información sobre su situación actual.

Los abogados de Navalny realizaron visitas a dos colonias penales en la región de Vladimir, donde se esperaba que estuviera recluido, sin embargo, les informaron que no se encontraba en ninguna de ellas. Una de las instituciones penitenciarias declaró que el opositor ya no figuraba en sus registros, sin ofrecer detalles sobre su paradero, generando mayor incertidumbre entre sus allegados y seguidores.

Este desconcierto se agudizó cuando Navalny no se presentó a una audiencia judicial por videoconferencia, atribuida por las autoridades a problemas eléctricos. Estos acontecimientos llevaron a su portavoz, Kira Iarmych, a expresar su descontento y denunciar la falta de claridad en torno a la situación del opositor.

A pesar de haber estado detenido en la región de Vladimir, la nueva condena a 19 años de prisión por “extremismo” requería su traslado a una colonia penal de “régimen especial”. Estos traslados, que implican largos viajes en tren con múltiples etapas, mantienen a los familiares de los prisioneros sin noticias durante semanas, sumando angustia a esta situación ya delicada.