Nacida en 1972, Mohammadi ha enfrentado un total de 13 arrestos y ha sido condenada a 31 años de prisión y 154 latigazos debido a su activismo incansable.

El Comité Noruego del Nobel destacó la importancia de su activismo como un símbolo de la resistencia de las mujeres en Irán y su dedicación a la causa de los derechos fundamentales. Además, el premio reconoció a las cientos de miles de personas que el año pasado se levantaron en protesta contra la discriminación y la opresión impuestas por el régimen teocrático de Irán, especialmente hacia las mujeres.

Este premio llega poco después del primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años que falleció bajo custodia policial en Irán por no cumplir con el código de vestimenta para mujeres. Su trágica muerte desencadenó una serie de protestas en todo el país.

Narges Mohammadi ha enfrentado numerosos arrestos y condenas a lo largo de su vida, y aunque no pudo estar presente para recibir el premio en persona debido a su detención, su familia celebró este reconocimiento como un momento histórico en la lucha por la libertad en Irán. Organizaciones como la ONU, Amnistía Internacional y Human Rights Watch han instado a la liberación inmediata e incondicional de Mohammadi y de todos los defensores de los derechos humanos encarcelados en Irán. Este premio resalta la importancia de la lucha por los derechos de las mujeres y la resistencia contra la opresión en Irán y en todo el mundo.